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Educar en la diferencia

Abrir un libro de biología es un acto habitual para los estudiantes de primaria y secundaria. Sin embargo, no resulta algo sencillo para muchos. ¿Cómo va a serlo si no te ves en ese cuerpo humano dibujado? ¿Cómo va a serlo si ves identificado como síntoma de una enfermedad lo que tú experimentas cada día?


Para ninguna de estas historias ha sido fácil pasar por el instituto. Para Silke, las clases de biología siempre han sido alarmantes: “Era terrible que se asumiera que todos los cuerpos eran iguales. Ya no solo nosotras, sino que mucha gente tiene diversos aspectos que afectan a sus órganos sexuales”, reclama. Álex tampoco tuvo una buena experiencia en el instituto. No solo porque su profesora dijo abiertamente que un beso entre dos chicas estaba “mal” o porque la escasa educación sexual que recibió estaba centrada en explicar lo que era la menstruación, sino porque tuvo problemas de autovalidación que afectaron a sus estudios.

Azoraida Martínez es maestra de quinto y sexto de primaria en un colegio público cerca de la Pobla Llarga. En sus clases trabaja la educación inclusiva en todos los aspectos, incluido el de diversidades sexuales y corporales. “La curiosidad ya existe en cuarto o quinto de primaria, y ahora tienen mucho más acceso a información que antes. A partir de esa curiosidad trabajas. ‘¿Qué has dicho? ¿Tienes algún problema? ¿Tienes alguna pregunta?’ Lo respondemos entre todos desde el respeto y de manera muy natural, porque en el momento en que lo convertimos en tabú estamos fallando”, explica. 


Para ella, la educación sexual, a falta de una especificación concreta dentro del currículum escolar, se debe desarrollar desde una perspectiva transversal. En su centro lo trabajan desde tutoría, por ejemplo. “Debería haber una parte de educación sexual pactada para todos los centros, pero no hay un bloque de ello, al menos en primaria. La ley también dice que todos los materiales didácticos deben estar elaborados desde el respeto a la diferencia, y eso no lo vemos en libros”, reconoce.

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Martínez admite que es complicado trabajar las intersexualidades por la falta de conocimientos, pero aun así “hay que explicar que no pasa nada si no tienes la regla, que no estás enferma, que no tienes problemas de salud, que simplemente tienes un cuerpo diverso igualmente válido que el resto”, confiesa la maestra. En sus clases de biología se dedica a esto, a explicar que los cuerpos que aparecen en los libros no representan la variedad de corporalidades que nos podemos encontrar. “Si no lo conocen, no lo pueden entender ni respetar”, ahí reside la importancia de la educación sexual desde primaria.

Uno de los peligros más importantes de no llevar a cabo una educación sexual inclusiva es el abandono escolar. “Si no estamos con el estudiantado, van a perder la confianza en nosotros, lo cual puede causar un bloqueo emocional que lleve al fracaso escolar”, reconoce Martínez. Según la publicación ‘Intersex: Stories and Statistics from Australia’, el 18% de la población intersex australiana no terminó la escuela secundaria en 2015, mientras que este porcentaje en la población total australiana es del 2%. A esto le sumamos el bullying causado por interfobia.

Bullying e InterfobiaMir Abe Marinus
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"En los colegios los niños están siendo acosados, y esto ocurre aunque la personita intersex no le diga a nadie que es diferente, o que es intersex -porque le han recomendado que no lo haga-. Eso significa que tiene un secreto enorme y que tiene que mentir sobre las visitas al hospital y demás. Se comportará de forma distinta, se alejará de sus amigos y compañeros, porque si no lo hace, descubrirán que es intersex. Así que se comporta diferente, se aleja, y esas son razones suficientes para acosar a alguien"

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Rosa Sanchis ha sido maestra de secundaria durante muchos años y desde 1994 ha incluido la educación sexual en su aula. En dos cursos, desde 2002 a 2004, se encargó de impartir la optativa de Papeles Sociales de Hombres y Mujeres en un instituto de Chiva. Todo lo que aprendió sobre las diversidades sexuales fue de forma autodidacta. Sin embargo, la optativa no contaba con apenas alumnado. Más adelante emprendió el blog Carícies, en 2008, donde publicaba entradas sobre educación sexual, que sus alumnos debían comentar. 

Biologicista y reproductivaRosa Sanchis
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Para Sanchis es clave que nos acerquemos a las relaciones sexuales desde el placer, el respeto y la diversidad. No hablar solo del óvulo fecundable, del útero y la menstruación, porque en ese caso dejamos fuera los cuerpos que no son reproductivos. “Las personas intersex siempre han estudiado los cuerpos de otras personas, los normotípicos, y lo que conseguimos con ello es enseñarles que sus cuerpos no son adecuados, que no están bien”, reclama.

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Actualmente, Sanchis es la encargada de la Unidad Especializada de Orientación de Igualdad y Diversidad de la Conselleria de Educación. Atiende el protocolo trans e intersex: cuando un alumno o alumna sufre acoso o está pasando por una transición o un proceso médico, Sanchis acude al centro para mejorar su situación y asesorar al claustro. En los cuatro años que lleva en esta unidad, tan solo le han llamado en dos ocasiones por casos de personas intersex en toda la Comunitat Valenciana.

Caso 1: "Tenemos que crearle una vagina"Rosa Sanchis
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Caso 2: "En una semana volvemos a operar"Rosa Sanchis
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Sanchis elaboró también en su momento la Guía de Educación Sexual de Secundaria, un documento oficial de la Conselleria de Educación. No obstante, esa guía, a día de hoy, no se puede consultar. “El nuevo gobierno la descolgó”. —denuncia Sanchis— “Ahora no hay nada oficial que se pueda recomendar a los institutos en materia de educación sexual”. El pasado 8 de mayo se registró en las Cortes Valencianas una enmienda a la Ley Trans autonómica que, además de permitir las terapias de conversión, prohibía a los centros educativos abordar en sus proyectos la identidad de género y diversidad.
 

Por otro lado, Martínez señala que los programas de educación para profesorado tampoco están disponibles desde la aprobación de la Ley de Libertad Educativa. Los centros de formación, innovación y recursos educativos (Cefires), según Sanchis, han sido todos reestructurados “y ya no hay formación para profesorado en diversidad”. Mientras desde las familias más conservadoras hay un grito al “adoctrinamiento” en materia de educación sexual, tanto Martínez como Sanchis señalan que el verdadero adoctrinamiento está en el “no dejar elegir, no ofrecer un abanico de oportunidades a los chavales para que decidan quiénes son y qué creen”. 
 

D acabó el bachillerato en segunda convocatoria, estuvo un año estudiando en la escuela de diseño de València y luego se metió en la carrera de Filosofía durante dos años. La presión por graduarse y por mantener la apariencia afectaron a sus resultados en una institución escolar en la que no se veía representade. “Si hubiera recibido una educación que me hubiera incluido, me hubiera ayudado, lo tengo claro”, reconoce.​ Asmi sufrió no solo acoso escolar, sino también abusos por parte del profesorado. Disociaba en las clases, contestaba a los profesores, porque no se sentía segure. Mientras que en primero de EGB le reconocían por sus notas, al año siguiente comenzó a suspender. Se puso a trabajar a los 14 años y actualmente es masajista y ayuda en la creación de guías inclusivas para centros educativos. 
 

Como declara Sanchis, una correcta educación sexual pasa por centrarse en todas las edades, todas las etapas; que se haga un abordaje desde la diversidad y el placer, tanto si se quiere gozar de él como si no. Debe hacerse desde los centros y desde ayuntamientos y casales juveniles. Pero sobre todo, "debe incluirnos a toda la población".

* Todas las imágenes utilizadas en esta página son propias

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